jueves, 3 de septiembre de 2020

Rafael Otero: el costumbrismo de un matancero casi ignoto


Rafael Otero (¿/9/1827- 2/6/1876)es un escritor y poeta nacido en La Habana, pero vivió en Matanzas la mayor parte del tiempo. Reconocido por haber ejercido grandes influencias en la Literatura, donde comenzó el ejercicio del periodismo. 

Desde muy joven se inclinó a escribir los primeros poemas, ya a la edad de 14 años dio sus primeros versos "Mi hijo el francés", así se tenía que ganar su subsistencia y la de su madre “no pudiendo por falta de recursos dedicarse al cultivo asiduo de su precoz inteligencia” (1). 

Otero se destaca por sus artículos en el periódico La Prensa publicados bajo el título "El Observatorio Habanero" (para las mujeres), donde comenzó el ejercicio del periodismo con crónicas que llamaron la atención por su estilo florido y variado. Con gran astucia manejó el estilo festivo de la época de José Victoriano Betancourt con sus versos entre los que se puede citar como de los mejores “El tío Miguel en La Habana”. 

 


Este notable escritor es reconocido como fundador y redactor de "El Iris", "Flores de las Antillas" y "La Danza" y valioso colaborador en "Cuba Literaria" y en "La idea". Es autor de "Sátira en defensa de la danza cubana". De su autoría son las comedias de relatos costumbristas y algunas poesías jocosas que nunca logró reunir en colección, entre las que se pueden mencionar: Poco importan; Las Matanceras; Cosas de las máscaras; Parece mal, parece bien; Las bombillas de jabón; El majá y la jutía; fábula. 

 En el año 1854 fue llamado a desempeñar un destino de Real hacienda en Matanzas, donde también fue Secretario de Ayuntamiento y pronto se colocó como redactor de La Aurora en Matanzas, donde publicó hermosos folletines. Más adelante dirigió el periódico El Yumurí, y luego de la fusión de este con La Aurora de Matanzas en 1857, fue nombrado redactor del periódico resultante que se llamó Aurora del Yumurí (1858-1861). 


Su mayor premio estuvo dado en su Sátira en defensa de la Danza cubana, con medalla de oro en los Fuegos Florales del Liceo de Matanzas en 1868. Su fallecimiento ocurrió el 2 de junio de 1876 en la ciudad de Matanzas. 

Comedias escritas por Rafael Otero:

 1847 Un novio para la isleña

 1848 Un bobo del día 

1850 El Muerto Manda

 1851 Quien tiene tienda que la atienda 

1857 Un Coburgo 

1861 Cecilia la Matancera 

1865 Cuatro a una 

1866 Cantos Sociales 

1866 María, La perla de la Diaria

 1868 Del Agua mansa nos libre dios 

Notas: 

(1) Según el Diccionario biográfico cubano de Francisco Calcagno publicado en el año 1878. 

Fuentes Consultadas: 

1. Alfonso Portillo, Pedro Antonio (1854). Memorias de un matancero. Apuntes para la Historia de la Isla de Cuba con relación a la ciudad de San Carlos y San Severino de Matanzas. Matanzas: Imprenta de Marsal y Cía. 63 p. 2. Calcagno, Francisco (1878). Diccionario biográfico cubano. New York: Imprenta y Librería de Ponce de León. 727 p.

Instituto de Literatura y Lingüística: Diccionario de la Literatura Cubana. (1980-1984). t II. Ciudad de La Habana: Editorial Letras Cubanas. p. 735-778. 

 4. Labraña, José M. (1940). La prensa en Cuba. En: Cuba en la mano. La Habana: Enciclopedia Popular Ilustrada. p. 649-786. 5. Martínez Carmenate, Urbano (2007) Los puentes abiertos. Matanzas: Ediciones Matanzas. 279 p.

 

 Nota:Las dos primeras imágenes son tomadas de la novela Cecilia la Matancera del año 1861 y la tercera es el ejemplar del periódico La Aurora de Matanzas correspondiente al 4 de septiembre de 1855 página 2.

 

 

 

 

 

 

 

 


 

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