lunes, 21 de septiembre de 2020

El Neptuno: cuando un Dios navega por Matanzas

 

Imagen tomada del sitio web Cuba en la Memoria
 

En febrero de 1819 (1) llegó al puerto de La Habana, una nave que, por sus características pocos usuales en la época despertó la curiosidad y la admiración de los residentes de la localidad. Navegaba movida por dos gigantescas ruedas, mientras despedía columnas de humo. Se trataba de la primera imagen de un buque de vapor que tuvieran los habitantes de la capital en las propias aguas cubanas.

Es especialmente significativo que aquel primer barco de vapor que arribó a las costas cubanas en 1819, después de algunas demostraciones públicas en aguas de la bahía de La Habana y cercanas a su entrada, fuera destinado a la transportación de carga y pasajeros en la ruta entre la capital del país y la ciudad de Matanzas, hecho que recogen varios historiadores y estudiosos del tema en sus obras (2). 

Naturalmente que la presencia del primer barco de vapor en aguas territoriales de Cuba no representaba un hecho casual, ni mucho menos aislado. Se trataba de un acontecimiento perfectamente insertado en el momento histórico por el que transitaba el país y muy especialmente la capital y sus comarcas aledañas.

El 3 de diciembre de 1793 queda habilitado el puerto de Matanzas en clase menor y se creó la Administración de Rentas Marítimas de Matanzas.  En 1808 se logró que el puerto de Matanzas se autorizara, conjuntamente con los de La Habana, Santiago de Cuba y Trinidad para comerciar con otras naciones amigas y neutrales por mar.

El auge económico de Matanzas continuó en ascenso con la apertura de casas de comercio y otras empresas. Finalmente, en el año 1818 el rey concedió la apertura del puerto de forma total. A través de esta Real Orden se permitió utilizar la bahía matancera para el comercio directo con la Metrópoli. La concesión abrió una primera etapa de florecimiento para la localidad, porque al aumentar las facilidades para la exportación local, el puerto adquirió otra categoría, hecho que incidió en el aumento de los ingresos de Aduana.

La ruina de Haití como consecuencia de la rebelión de los esclavos africanos en 1791, ejerció una influencia muy poderosa sobre la economía cubana, ya que la destrucción de las industrias cafetaleras y azucarera en el vecino país antillano colocó a Cuba de golpe en el lugar preponderante.

Manuel Moreno Fraginals, en su obra El ingenio: complejo económico social cubano expresa que “en cierta forma, la Revolución Haitiana representa en nuestra industria un papel semejante al de la toma de La Habana por los ingleses: es un profundo agente acelerador de un proceso ya gestado”. (3) En la zona occidental del país, entre La Habana y Matanzas, se desarrollaron también los mayores cafetales del territorio insular cubano. Muy cerca de Madruga estaba el mayor cafetal de la Isla, con más de 200 esclavos para su servicio. (4)

La concesión del Rey Fernando VII a los propugnadores del reformismo, de comerciar libremente con otros países desde 1818, en la práctica se llevó a cabo a partir de 1819. Este autorizo, coincide con el momento en que se introduce en Cuba el primer buque de vapor. José Manuel Ximeno, dice que el coronel O´Farril, su dueño cubano compró el antiguo vapor “Quiroga” al que cambió el nombre por el de “Neptuno” destinado a la travesía entre La Habana y Matanzas. (5)

Puede aseverase que “Neptuno” fue el primer barco de su clase que perteneció a un país de América Latina, pues solo se podía citar por delante a los Estados Unidos en el aprovechamiento de esta clase de buque. En cuanto a las dimensiones exactas del Neptuno no hay datos precisos, aunque sí se conoce que su velocidad debía ser alrededor de los 12 nudos, lo cual se confirma con datos de embarcaciones similares. 

Ejemplar del periódico La Aurora de Matanzas correspondiente al 19 de septiembre de 1829 p.4
 

En el Diario del Gobierno de La Habana, el 12 de febrero de 1819, salió publicado el primer soneto escrito sobre el vapor Neptuno y su autor fue Wenceslao de Villa-Urrutia.     

A la primera salida del barco de Vapor

A su imperio feliz la industria humana

Ningún límite en tierra conocía,

Y tan solo Neptuno se reía

Fiado en su potencia sobrehumana.

Con Esla su Alteza soberana

Sobre este asunto ayer se divertía

En estas costas cuando vio salía

El Barco de Vapor desde La Habana.

¡Al triste, dijo Esla, nuestro mando

También feneció aquí! ¿Quién lo creyera?...

“Los gefes que la Isla están mandando” (sic)

Una vez contestó de la Chorrera,

Hacen estos prodigios animando

A quien ejecutarles se ofreciera.

Que O´Farril es su nombre sepa el mundo;

Nombre en hechos patrióticos fecunda.

                                                        Wenceslao de Villa-Urrutia

Por su parte el poeta habanero Manuel de Zequeira asentado en la urbe matancera escribe en el año 1819 “A la Nave de Vapor” tras haber contemplado la entrada de Neptuno.

Oda

¡Oh, qué dulce placer para mis ojos

La vez primera al contemplar la nave

Ligera como el ave

Surcando a impulso del vapor violento!

 

Enajenado con tan gran portento

Allá plantado en la arenosa orilla

Del tranquilo Canímar, dije al verla:

¡Salve, oh prodigio del océano, salve!

¡Que nunca el rayo tu mástil destroce,

Ni en peña toque tu nadante quilla!

¡Por mil edades tu señor te goce!

 

Tan sorprendido como aquel que viera

A la águila veloz volar sin pluma, (sic)

Y remontando a la mansión etérea

Esconderse al momento en la alta nube,

Y volver a la tierra en un momento,

Así me parecía:

 

Así cortaba la salobre espuma,

Así surcar el mar la vi sin viento,

Así más que el relámpago ligero

Al horizonte sin velamen sube:

Allí se desaparece,

Al punto se divisa,

Y volviendo en sereno movimiento

Otra vez en el puerto se aparece. 

                    

                                                  Manuel de Zequeira Arango

                                                                              Poesías, Nueva York, 1829 

Notas: 

(1) En el artículo Neptuno, la primera línea marítima comercial española en Cuba, de la autora Ilse Hernández, esta plantea que la fecha de la primera travesía del Neptuno es el 18 de abril de 1819. Para nuestro trabajo, asumimos la fecha que expone María Iglesia Valdés en su trabajo Metodología de la Investigación Histórica, Neptuno: Primer barco de vapor en Cuba del año 1987 y que se encuentra en el centro de Documentación del Museo Palacio de Junco en la ciudad de Matanzas.

Iglesia Valdés, sigue las investigaciones realizadas por José Manuel Ximeno, en donde se explica que el Neptuno realizaba maniobras de demostración en la rada habanera desde febrero de 1819.  

(2) Entre los autores que abordan la historia del Vapor Neptuno se encuentran Álvaro de la Iglesia, Luis J Bustamante, José Mauricio Quintero Almeida, José Manuel Ximeno, Francisco Calcagno, Francisco González del Valle y Francisco Ponte Domínguez.

(3) Moreno Fraginals, Obra citada. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1978, t.I.

(4) Ponte Domínguez Francisco, Matanzas: biografía de una provincia. Academia de Historia de Cuba, La Habana, 1959

(5) Ximeno, José Manuel. “El Neptuno”. En Revista Miramar Yacht Club. Año 2, mes 6-7, 1930. La Habana.

Fuentes Consultadas:

1- Iglesias Valdés, María (1987). El Neptuno: Primer barco de vapor en Cuba. Matanzas. Trabajo de Curso de Metodología de Investigación Histórica. 25 p.  En: Centro de Documentación Museo Palacio de Junco.

2- Martínez Carmenate, Urbano y Ruiz Rodríguez, Raúl (2006). Las cifras del tiempo. Cronología histórica de Matanzas 1494-1867. Matanzas: Ediciones Matanzas. 113 p.

3- --------------------------------------- (2007) Los puentes abiertos. Matanzas: Ediciones Matanzas. 279 p.

4- Moreno Fraginals, Manuel (1978). El ingenio: complejo económico social cubano. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1978, t.I.

5- Ponte Domínguez, Francisco J. (1959). Matanzas: biografía de una provincia. La Habana: Imprenta El Siglo XX.

6- Quintero y Almeida, José M.  (1878). Apuntes para la historia de la Isla de Cuba con relación a Matanzas. Impresos Ferrocarril.

7- ---------------------------------------- (1881). Apuntes Históricos de Matanzas: Imprenta El Ferro-Carril. 97 p.

Otros trabajos relacionados:  

Los buques de vapor en Cuba. Por: Derubín. Jácome. En: Cuba en la Memoria

Neptuno, la primera línea marítima comercial española en Cuba. En: https://www.excelenciasdelmotor.com/otras-secciones/otras/neptuno-la-primera-linea-maritima-comercial-espanola-en-cuba 


 

 


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