La mayoría de edad del periodismo matancero quedó marcada a partir del 2 de septiembre de 1828, cuando comenzó a publicarse el periódico La Aurora de Matanzas. Esta publicación fue un diario político y literario digno de elogios por la belleza de su impresión, la variedad de materiales que trataba y el buen gusto de su redacción.
Sus escritos eran generales e interesantes y cumplió un rol importante en la sociedad de la época, pues mostró parte de la cultura local y nacional. La Aurora de Matanzas trascendió dentro de la prensa colonial, no por gusto fue el mejor periódico político y literario de esta Isla. Debido a la belleza de las formas y el contenido Pedro José Guiteras, califica a La Aurora de Matanzas como: Príncipe de los periódicos cubanos.Esta publicación contribuyó visiblemente al adelanto en el periodismo, en la esencia y hasta en la belleza de las formas (Bachiller y Morales, 1971). Redactaron este periódico, a lo largo del tiempo, disímiles figuras de renombre para la cultura cubana, también es frecuente encontrar las firmas de los colaboradores. En cuanto a las diferencias entre los colaboradores y los redactores, eran pagados y los primeros eran voluntarios. De esta forma entre 1829 y 1839 aparecieron en La Aurora de Matanzas las firmas de Félix Manuel Tanco (1), José Ibarra, Juan Bautista Ponce de León, Jaime Badía y José Victoriano Betancourt. En ocasiones, fue típico del periodismo de la época, para esconder la identidad de la férrea censura el uso de seudónimos o la escritura de las iniciales del nombre.
Así aparecieron publicaciones de un periodista canario llamado Francisco Guerra Betancourt (2), bajo el seudónimo de Buenaventura Creux. Escribieron en el periódico además Federico y José Jacinto Milanés, este último firmó como JJM; Domingo del Monte se escudó tras el seudónimo de Iñigo López de Mendoza, maestro en artes. El poeta Ignacio María de Acosta publicó como IM de Acosta y también estaba Sansueñas, a partir de 1839, que no fue otro que el gran Cirilo Villaverde.Desde 1839 hasta 1849 fue un momento muy prolífero y coincide también con el florecimiento cultural de la ciudad. Durante estos años se observaron trabajos de José María Salinero, que firmaba con un llamativo anagrama: Ornelisa. Además son relevantes los escritos del historiador Francisco Javier de la Cruz (Cacicaná) (3) y el geógrafo Esteban Pichardo (4). Ambos, sin ser matanceros, utilizaron a La Aurora de Matanzas como vehículo para dar a conocer sus investigaciones.
Se destacan además los escritos de Sebastián Alfredo Morales (5) que firmaba como El Lince y tal vez el más conocido sea el poeta matancero Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), quien publicó gran número de poesías en La Aurora de Matanzas. Una de las más hermosas es Los dos estremos (sic), publicada el 24 de septiembre de 1843: (…) Este mundo es el valle, la inocencia es el niño, la senda desgraciada Es la virtud, y la brillante el vicio. No hay mas (sic) que dos estremos (sic) En este mundo inícuo, O gozar y ser malo, O morir virtuoso y perseguido.
Las mujeres también tuvieron su especio en el periódico, pues Gertrudis Gómez de Avellaneda, GGA publicó en varias ocasiones sus poesías. Lola Cruz (6) fue otra de las féminas que publicó poesías en La Aurora de Matanzas. Entre 1849 y 1857 La Aurora de Matanzas divulgó artículos muy interesantes, sobre todo de temáticas económicas. Gaspar Alonso Betancourt Cisneros, se mantuvo muy activo y publicó sobre la necesidad de fomentar el ferrocarril en Camagüey. “¿Por qué no se ha de reunir la suscrición (sic) propuesta y no ha de hacerse el ferrocarril? Si hay razones para no invertir más en capitales, espónganse (sic) esas razones, por la imprenta, en las juntas jenerales (sic), en las calles, en las plazas”. (Aurora de Matanzas, 4 de febrero de 1846). Resultan relevantes los trabajos de Manuel Costales, bajo la firma de M. Costales.
Los años comprendidos entre 1849 y 1857, fue el momento de mayor decadencia del periódico en cuanto a los temas propios, pues gran parte de los artículos se extrajeron de publicaciones habaneras como Diario de La Marina, El Faro Industrial, La Prensa, y El Fénix, de Sancti Spíritus. No obstante, durante estos años, se encontraron muchos escritos sobre las mejoras constructivas en la ciudad y el desarrollo cultural que tuvo la urbe.
Notas:
(1) Félix Manuel Tanco y Bosmeniel (¿/11/1797-1871). Escritor y novelista. Amigo de Domingo del Monte desde 1819, asistió a sus tertulias y mantuvo con él una copiosa correspondencia. Sus criterios singulares lo llevaron a polemizar muchas veces con distinguidas figuras de su tiempo. En 1844 estuvo encarcelado por abolicionista. Colaboró en numerosas publicaciones periódicas, como El Plantel, Revista de la Habana, La Aurora de Matanzas, El Amigo del Pueblo, Brisas de Cuba, entre otras.
(2) Francisco Guerra Bethencourt llegó a Cuba en 1826, se estableció en la ciudad de Matanzas como profesor de latín e idiomas con cátedra costeada por el Ayuntamiento matancero. Fue profesor de José Jacinto Milanés, de Pedro José Guiteras y de otros matanceros relevantes. Fue uno de los redactores de La Aurora de Matanzas en su primera época. Allí escribió artículos sobre la enseñanza y la cultura de la isla bajo los seudónimos de Francisco Guerra y Buenaventura Creux y sostuvo una polémica con Félix Tanco.
(3) Francisco Javier de la Cruz, escritor, bibliófilo, erudito e historiador nacido en Bayamo, pero que residió en Matanzas desde 1830. Ofreció en el periódico La Aurora de Matanzas multitud de artículos de historia y arqueología cubanas.
(4) Esteban Pichardo (26/12/1799-26/8-1879). Geógrafo nacido en Santo Domingo, República Dominicana, pero que desde los dos años se radicó en Camagüey, comienza a escribir sus estudios geográficos sobre la ciudad yumurina en La Aurora de Matanzas. El ilustre intelectual, compiló los resultados de sus investigaciones en la “Carta topográfica de Matanzas y su Jurisdicción Real Ordinaria con la Vecindad de su Circunferencia. En 1840 emprendió la realización de un “Mapa de Matanzas” y otro “Mapa de la Región Occidental” en cuatro hojas que se publicó en 1853.
(5) Sebastián Alfredo de Morales (24/9/1818-28/4/1900) fue el padre de la Botánica en Cuba, pues fue el primer científico que se especializó en esta rama del saber. También fue médico, homeópata, periodista y patriota del siglo XIX.
(6) Dolores Cruz Vehil, (29/9/1840-25/12/1913), conocida como Lola Cruz, fue una de las mujeres más famosas del siglo XIX matancero. Era la esposa del acaudalado José Manuel Ximeno, dominaba varios idiomas, tocaba el piano con una habilidad superior al de los jóvenes aficionados. Interactuaron con ella, personalidades como Gertrudis Gómez de Avellaneda, el violinista José White y el pintor Esteban Chartrand.
Fuentes Consultadas:
Bachiller y Morales, Antonio (1971). Apuntes para la historia de las letras y de la instrucción pública en la Isla de Cuba. t II La Habana: Academia de Ciencias de Cuba. p.228.
Marrero, Juan (2003). Dos siglos de periodismo en Cuba. Momentos, hechos y rostros. La Habana: Editorial Pablo de la Torriente Brau. 143 p.
Martínez Carmenate, Urbano. (1985). Algunas consideraciones sobre el desarrollo de la imprenta en Matanzas. Revista de la Biblioteca Nacional José Martí. La Habana, mayo-agosto. p. 93-103.
Moliner Rendón, Israel M. (1955). Índice cronológico de la prensa de Matanzas: Matanzas, Impr. García. 18 p.
Pérez Cabrera, Migdalia (1981-1982). El príncipe de los periódicos cubanos de siglo XIX: La Aurora de Matanzas. Anuario de Literatura y Lingüística. La Habana, 12-13, p. 21- 37.
Ponte Domínguez, Francisco J. (1959). Matanzas: biografía de una provincia. La Habana: Imprenta El Siglo XX.
Que legal...gosto muito de periodicos antigos . que nos dão uma dimençao da situaçao factual da epoca.
ResponderBorrarMuito legal. Mesmo
ResponderBorrarO jornal La Aurora de Matanzas tem 192 anos de história. E na Biblioteca Provincial de Matanzas está a coleção quase completa. Se você gosta deste tópico, siga-nos e visite La Matancera com mais frequência. saudações
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