En Matanzas la imprenta surgió en 1813 y con ella los primeros periódicos que la ayudaron a sostenerse económicamente. En un trabajo inédito el historiador matancero Urbano Martínez Carmenate explica cómo eran los talleres tipográficos de la ciudad en esa época.
Dichos talleres consistían en una máquina de madera, cuya función es presentar el pliego de papel a la forma o molde tipográfico y dar presión. La rudimentaria imprenta no entinta, no transportaba por sí mismo el papel hasta la forma impresora, ni tampoco lo extrae una vez impreso. En una hora de labor la producción no pasaba de unos 25 o 30 pliegos impresos.
Esta imprenta totalmente artesanal sirvió en los inicios del siglo para publicar con muchas deficiencias los primeros periódicos y folletos. La primera imprenta de Matanzas la instaló Francisco Camero, quien publicó el periódico Diario de Matanzas entre los meses de enero y abril de 1813. Se afirma por estudiosos del tema, como Francisco de Ximeno, que esta publicación tenía muy mala calidad por lo que logró captar muy pocos suscriptores y su duración fue muy corta.
En septiembre de 1813, vio la luz El Patriota, publicado en el taller de José María Marrero, en sus inicios salió dos veces por semana y duró hasta 1814, a partir del 14 de diciembre comenzó a salir los martes, jueves y sábado. Este impresor matancero fue el primero que sufrió la censura oficial por sus frecuentes ataques a personas de la autoridad y a otros particulares.
Se consideró un periódico decoroso para la época y resulta importante destacar que entre el 10 de octubre y el 15 de noviembre de 1813, se publicaron en él, una serie de artículos, con el nombre Descripción geográfica-histórica de la Ciudad y Partido de Matanzas. Dichos artículos fueron escritos por Juan M. O’Farril quien dirigía el Escuadrón de Caballería de Milicias de Matanzas y se marcó con ellos el nacimiento de la historiografía local.
En 1821 el impresor habanero Juan Justo Jiménez instaló en Matanzas su imprenta La Constancia, se editaron en ese año dos periódicos de muy corta duración: la Gaceta de Matanzas y el Semanario de Matanzas, este último tuvo como mérito principal divulgar las poesías de José María Heredia. En 1822 en la misma imprenta se publicó El Eco de Matanzas. En 1824 se fundó el periódico La Gazeta del Gobierno de Matanzas que se publicó los miércoles y los sábados, a un precio de un peso al mes y en 1828 adoptó el nombre de Redactor Mercantil de Matanzas.
El 2 de septiembre de 1828 vio la luz La Aurora de Matanzas, el más importante periódico de la época, propiedad de la Diputación Patriótica, fue vocero, de la pujante burguesía matancera. En diciembre de 1829 apareció Diario de Matanzas dirigido por José González y José Antonio Velazco y en 1831 se publicó el Lucero de Matanzas, propiedad de José Pereira, quien se separó del Diario de Matanzas para fundarlo. Posteriormente, en diciembre de 1833 y creado por Tiburcio Campe, se editó El Pasatiempo, el cual tuvo corta vida, desapareció en septiembre de 1834, según se conoce por enfermedad de su director Campe y sus últimos números vieron la luz en La Habana. En apenas 10 meses realizó una obra trascendente, sobre todo en el aspecto literario.
Para 1834 la localidad contó solo con dos periódicos: La Aurora de Matanzas y El Pasatiempo. En 1842 surgió el periódico El Yumurí, lo dirigió Rafael Otero y en ese propio año dejó de publicarse. En él escribieron Federico Milanés y Francisco de Paula Gelabert. Más adelante, en 1855 vio la luz La Gaceta del Bando Punzó y para 1856 se editaron El Lirio Azul, El Regañón y el periódico festivo El Duende, cuyo editor fue Rafael Otero.
Fuentes Consultadas:
Marrero, Juan (2003). Dos siglos de periodismo en Cuba. Momentos, hechos y rostros. La Habana: Editorial Pablo de la Torriente Brau. 143 p.
Martínez Carmenate, Urbano. (1985). Algunas consideraciones sobre el desarrollo de la imprenta en Matanzas. Revista de la Biblioteca Nacional José Martí. La Habana, mayo-agosto. p. 93-103.
Moliner Rendón, Israel M. (1955). Índice cronológico de la prensa de Matanzas: Matanzas, Impr. García. 18 p.
Pérez Cabrera, Migdalia (1981-1982). El príncipe de los periódicos cubanos de siglo XIX: La Aurora de Matanzas. Anuario de Literatura y Lingüística. La Habana, 12-13, p. 21- 37.
Ponte Domínguez, Francisco J. (1959). Matanzas: biografía de una provincia. La Habana: Imprenta El Siglo XX.
Dichos talleres consistían en una máquina de madera, cuya función es presentar el pliego de papel a la forma o molde tipográfico y dar presión. La rudimentaria imprenta no entinta, no transportaba por sí mismo el papel hasta la forma impresora, ni tampoco lo extrae una vez impreso. En una hora de labor la producción no pasaba de unos 25 o 30 pliegos impresos.
Esta imprenta totalmente artesanal sirvió en los inicios del siglo para publicar con muchas deficiencias los primeros periódicos y folletos. La primera imprenta de Matanzas la instaló Francisco Camero, quien publicó el periódico Diario de Matanzas entre los meses de enero y abril de 1813. Se afirma por estudiosos del tema, como Francisco de Ximeno, que esta publicación tenía muy mala calidad por lo que logró captar muy pocos suscriptores y su duración fue muy corta.
En septiembre de 1813, vio la luz El Patriota, publicado en el taller de José María Marrero, en sus inicios salió dos veces por semana y duró hasta 1814, a partir del 14 de diciembre comenzó a salir los martes, jueves y sábado. Este impresor matancero fue el primero que sufrió la censura oficial por sus frecuentes ataques a personas de la autoridad y a otros particulares.
Se consideró un periódico decoroso para la época y resulta importante destacar que entre el 10 de octubre y el 15 de noviembre de 1813, se publicaron en él, una serie de artículos, con el nombre Descripción geográfica-histórica de la Ciudad y Partido de Matanzas. Dichos artículos fueron escritos por Juan M. O’Farril quien dirigía el Escuadrón de Caballería de Milicias de Matanzas y se marcó con ellos el nacimiento de la historiografía local.
En 1821 el impresor habanero Juan Justo Jiménez instaló en Matanzas su imprenta La Constancia, se editaron en ese año dos periódicos de muy corta duración: la Gaceta de Matanzas y el Semanario de Matanzas, este último tuvo como mérito principal divulgar las poesías de José María Heredia. En 1822 en la misma imprenta se publicó El Eco de Matanzas. En 1824 se fundó el periódico La Gazeta del Gobierno de Matanzas que se publicó los miércoles y los sábados, a un precio de un peso al mes y en 1828 adoptó el nombre de Redactor Mercantil de Matanzas.
El 2 de septiembre de 1828 vio la luz La Aurora de Matanzas, el más importante periódico de la época, propiedad de la Diputación Patriótica, fue vocero, de la pujante burguesía matancera. En diciembre de 1829 apareció Diario de Matanzas dirigido por José González y José Antonio Velazco y en 1831 se publicó el Lucero de Matanzas, propiedad de José Pereira, quien se separó del Diario de Matanzas para fundarlo. Posteriormente, en diciembre de 1833 y creado por Tiburcio Campe, se editó El Pasatiempo, el cual tuvo corta vida, desapareció en septiembre de 1834, según se conoce por enfermedad de su director Campe y sus últimos números vieron la luz en La Habana. En apenas 10 meses realizó una obra trascendente, sobre todo en el aspecto literario.
Para 1834 la localidad contó solo con dos periódicos: La Aurora de Matanzas y El Pasatiempo. En 1842 surgió el periódico El Yumurí, lo dirigió Rafael Otero y en ese propio año dejó de publicarse. En él escribieron Federico Milanés y Francisco de Paula Gelabert. Más adelante, en 1855 vio la luz La Gaceta del Bando Punzó y para 1856 se editaron El Lirio Azul, El Regañón y el periódico festivo El Duende, cuyo editor fue Rafael Otero.
Fuentes Consultadas:
Marrero, Juan (2003). Dos siglos de periodismo en Cuba. Momentos, hechos y rostros. La Habana: Editorial Pablo de la Torriente Brau. 143 p.
Martínez Carmenate, Urbano. (1985). Algunas consideraciones sobre el desarrollo de la imprenta en Matanzas. Revista de la Biblioteca Nacional José Martí. La Habana, mayo-agosto. p. 93-103.
Moliner Rendón, Israel M. (1955). Índice cronológico de la prensa de Matanzas: Matanzas, Impr. García. 18 p.
Pérez Cabrera, Migdalia (1981-1982). El príncipe de los periódicos cubanos de siglo XIX: La Aurora de Matanzas. Anuario de Literatura y Lingüística. La Habana, 12-13, p. 21- 37.
Ponte Domínguez, Francisco J. (1959). Matanzas: biografía de una provincia. La Habana: Imprenta El Siglo XX.
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